miércoles, 1 de mayo de 2013

Todos los días el mismo día


Todos los días el mismo día
Todos los días el mismo día
Levantas la cabeza de la almohada y ves la cabeza del sol brillante
Y pasas el día viendo cabezas distintas pero con ojos y gestos unidas a manos y pies
Y algunas cabezas van detrás de vidrios en vehículos acondicionados escuchando música malísima
Así pasas el día viendo esas caras al frente de esas cabezas y algunas te resultan simpáticas y otras sencillamente no quisieras volver a ver jamás
Y esas cabezas tienen ideas y gestos y personalidades
Algunas cabezas hablan en voz alta todo el día y ponen el televisor a un volumen ridículo escuchando noticias de otras cabezas 24 horas al día
Porque no se dan cuenta de que todos los días es el mismo día
Y pasan las horas enfriándote las manos deseando que termine el mismo día que será mañana también como hoy el mismo en un círculo torpe y repetitivo hasta el hastío.
Y las cabezas siguen apareciendo y se repiten en sus palabras y acentos y gestos exactamente los mismos durante el mismo día que es hoy y lo será mañana
Apartas la mirada de las caras y las cabezas para ver y escuchar las que tienes en un ordenador frente a tu cabeza
Y estas cabezas que piensas distintas las mueves de sitio y de horario galopando con un clic en un teclado azabache plástico con las letras en mayúscula cerrada de color blanco para no fallar.
Y aun así no te enteras que todo sigue siendo el mismo día. El de ayer que fue hoy y que será mañana el futuro pasado para siempre en el círculo universal que los filósofos llaman vida.
Ya no encuentro sentido al afán de la construcción de la máquina del tiempo
Si alguna vez se hizo aquel su inventor tuvo la gentileza de destruir su aparato ante la contundencia de que se encontraba en el mismo espacio y tiempo todos los días en el sinsentido circular, en la repetición de los días.
Todos los días el mismo día
Todos los días el mismo día
Todas las voces las mismas voces y los gestos y la comida y los animales y las fuentes de agua y el parque y los sinónimos y los insultos y el tráfico y la poderosa lluvia y de nuevo las voces, el tren, los buses y tu mismo en el círculo encerrado sin saber escribir otra cosa que:
Todos los días el mismo día.