jueves, 4 de octubre de 2012

Las lecciones de la distancia

Mi imaginación no atinó jamás un designio similar
En el libro de mi memoria no existen páginas que sugieran atisbo alguno de coyuntura semejante
Y escribirlo con una sonrisa palpable casi desquiciada es una epifanía
En el torbellino de los días hace dos meses dibujé en alegre contubernio este viaje que me llenó de distancia
Como no había previsto ¡¿y quién lo habría adivinado?! la colisión de una hermosa coincidencia
Me tuve que embarcar en los planes previstos y aguardar en silencio las consecuencias de la lejanía 
Como no existe trayecto sin lección, descubrí que esa distancia que supuse enemiga, me trajo algunas lecciones:
Primero: La distancia tiene tiempo limitado
Las palabras cobran una relevancia monumental
El café sabe distinto
El licor no embriaga con la misma alegría 
La música surge con doble filo de entusiasmo y angustia
De tristeza y ansias
En la distancia se nublan y aclaran ideas que el tiempo había llenado de polvo y arena 
También en la distancia se ventila y profundiza la locura
Pero locura sana, locura de la que uno demuestra por otro ser humano
La locura que se transforma en palabras y que cuando termine la distancia se inmortalizará en acciones, 
Y uno se entera en la distancia de que alcanzó la plenitud en un plano desconocido
Que se extrañan movimientos, sonrisas, conspiraciones nocturnas y felices colisiones
También me entero de que estoy siendo guiado a caminos desconocidos
Caminos que no existían en mis mapas
Todos caminos que se entrelazan y llegan a un mismo destino
Pero estoy siendo guiado 
Me toman del brazo y me guían allá adonde no sabía que existía siquiera camino
Y me dejo ir en la alegría de saberme a salvo
La distancia me enseñó eso
Me reveló eternidades y me trajo a la realidad
También me hizo darme cuenta de que una vez que desaparezca esta distancia querré eternidad.
La distancia es una gran maestra
Me quedan un par de días de distancia.
Ya falta poco.
Ya casi estoy allá.