Los días ya no son iguales.
ninguno lo será jamás.
los grises dan paso a la oscuridad más profunda.
el mundo se vino abajo.
se apagaron las luces,
se acabó el partido
y todos los demás partidos.
y el gris de los días sigue ahí,
la vista desde aquí es un delirio,
y pesa, todo pesa más de lo normal,
no sé cuanto dure mi estadía
lo que me impresiona es que el viaje fue bastante corto,
para llegar tan bajo,
y una sensación que arde dentro reina y me disminuye,
estoy allá donde no existe el sol
donde los pasos se arrastran
el agua es polvo
las ventanas no muestra más que días largos y penumbra,
cuando camino no me atrevo a levantar la vista...
los días de completa tranquilidad se terminaron,
no lo vi venir y ahora estoy ahí.
las cartas cayeron de la mesa,
la partida terminó y todos se retiraron,
no hubo ganadores
más bien hubo rabia y confusión,
y una profunda oscuridad que ahora cubre el horizonte
hasta donde mis ojos pueden llegar...
una caída corta duele,
pero cuando caes y aún no das con el fondo, es mucho peor.
llevo dos días cayendo...
los días ya no son iguales.
ninguno lo será jamás.
no sé si el sueño me dominará esta vez,
la culpa sí estará ahí...
cubriéndolo con su típico color gris...
seguiré mi camino mientras por dentro sigo cayendo,
no podré levantar la mirada,
hasta que salga el sol,
y de nuevo pueda hablarle a una flor,
una hermosa flor que se alejó.