jueves, 7 de agosto de 2008

Los recuerdos de la infancia

Me acuerdo de Tombo. De Negra y de Tronco.
Me acuerdo de Calito y Memitín y su pavor a los ojitos.
De Yodalis y su miedo a las langostas.
¡Y la guerra de marañones y lodo!
Del juego de campaña política que hicimos en el patio.
De Johnny con sus caricaturas y su breakdance en el garaje, que a mediodía se vestía con ropa de invierno gringo asándose de calor.
Me acuerdas de Lilí y su maraña de pelos y los granos en las piernas y en la cabeza.
Del abuelo de Calito que andaba con un rifle,
Del columpio de madera en el patio.
Me acuerdo cuando Tombo se casó con Negra después de que enviudó de Tronco.
Todos sabían que Tombo era ñaño, pero nadie dijo nada de su bizarro matrimonio con Negra que ya raspaba los ochenta.
Tremenda época. Como que no nos preocupaba nada.
Se desataba el aguacero y el primero en salir era papá.
“¡Vengan que se acaba!”
Y salíamos en vestido de baño a corretear alrededor de la casa.
Y no importaba nada.
Lo mejor del mundo era correr riéndonos a carcajadas debajo de la lluvia.
Inigualable.
Cuando todo terminaba mamá nos tiraba una toalla. “Ya dejen el corrinche”.
Y el indio Patel un día me atacó en broma para cortarme el pulgar. Había prometido que si me atrapaba chupándomelo me lo cortaba. Yo estaba chiquito.
Me acuerdo de la vez que Memitín se cayó en un tanque de brea cuando arreglaban la calle.
De la vez que me caí de nalga del techo del jeep del IRHE de papá y no me pasó nada. Yo creo que yo era de caucho.
Me acuerdo de la vez que Nuvia me estaba enseñando a manejar bicicleta con Cathy y me dejaron solo. Me di una caída tremenda. Quedé todo raspado del tobillo a la espalda. ¿Te acuerdas Nuvia?
Todavía hoy no sé manejar bien.
Y la vez que papá trajo la figura de una virgen espeluznante que nos daba miedo porque parecía que estaba toda esquelética. Yo no salía a la parte de atrás de la casa. Ni loco.
O cuando los perros de Negra me atacaron. Me dio un miedo. Yo tengo una suerte para los perros. Tal vez por eso no me gustan las mascotas.
De esa casa, por los bomberos en Buena Vista, tengo mis primeros recuerdos de infancia.
Yo tenía un mameluco que era mi favorito. No me lo quitaba nunca.
Veía las carreras de carro formula uno por canal 2. Estaba de moda el John Player Special. Veía a Shazam y los Barbapapá y Cool McCool. "Yo amo el peligro".
También me acuerdo de los vídeos de Twisted Sister y de las películas de la tarde con escorpiones gigantes o una invasión de sapos en la ciudad.
Qué buena época.