sábado, 22 de septiembre de 2007

CUANDO TE EMBORRACHAS

No sé como lo hacían antes. Supongo que escribir bajo los efectos del alcohol en una máquina de escribir era mucho más fácil que escribir en un estúpido teclado plano de una computadora portátil que en inglés llaman "laptop", si me preguntas preferiría un lapdance ahora mismo, pero bueno igual no tengo dinero para gastar en eso. Al final ni las ganas. Pobres mujeres empujadas por dinero a restregarse en desconocidos por dinero.
Hoy he bebido Budeweiser. Muchas y por eso estoy un poco borracho. ¿Por qué Budweiser? Bueno porque me dio la gana. Un día vi a Jimi Hendrix y a Dennis Hoper beberlas en filmaciones viajeas y pensé que que era apropiado emular sus costumbres etílicas, tomando en consideración que nunca seré un gran guitarrista o un renombrado actor, pensé "bueno, al menos beberé el elixir de los dioses".
Estoy tosiendo desde ayer sin motirvo alguno. Empezó anoche para ser más precisos. Y no se trató de aquella tos que tuve la primera vez que inhalé el humo de un cigarrillo o como cuando tenía asma a los once (por cierto, no fumo, ni compro cigarrillos, pero tenía que hacerlo por curiosidad científica cierto?).
Hoy di un paso importante en mi vida. Empecé lecciones de manejo. Quiero aprender a manejar un automóvil.
Un día le pregunté a un poeta si quería una copa de vino o una cerveza y me dijo algo que me dejó de una sola pieza por su genialidad: "no gracias hijo... tengo que manejar... (larga pausa)... mi vida". No creo que estas lecciones me enseñen a manejar mi vida, pero al menos me ayudarán a borrar esos prjuicios y habladurías acerca de que no sé conducir.
Un payaso de dos metros que trabaja conmigo quiso pasárselas de listo y empezó a infundir el rumor (que sucede ser verdad) de que yo no sabía (y no sé todavía ) conducir. Entonces como en toda buena cultura de oficina, todos se enteraron y empezaron a hacer sus propios juicios sobre mi condición de bicho raro que a los treinta años no sabía conducir. No sólo no había preñado a ninguna mujer y no engañaba (como no lo hago aún ni lo haré) a mi novia que no vive en Panamá, sino que no sabía manejar. Soy un raro espécimen de panameño. No soy fanático de salsa ni de la música bailable, finjo saber o disfrutar del fútbol para mantener unas pocas valiosísimas amistades y no sé bailar.
Un día una señora de unos 50 años me hizo sentir como un idiota. Ella quería bailar y lo intenta con este payaso de 30 años sólo en una esquina que no quiere moverse y sólo bebía cervezas y se reía. Para ella yo era un desperdicio porque no sabía bailar y encima no tenía "mujer". Cada vez que me encuentro con gente así empiezo a repreguntarme si estoy haciendo las cosas bien. ¿Acaso debía haber seguir los pasos de Denario mi compañerode secundaria que sabe bailar y conduce muy bien...un taxi. O debí preñar a una mujer cualquiera sólo para dejar una semilla como hizo Haendel - otro tipo que conocí en secundaria?
No tengo hijos. No sé bailar. Pero al menos estoy aprendiendo a conducir. ¿Para qué?Primero por necsidad, no quiero que un día alquien de mi familia o alguien que quiero muera porque el payaso que no sabía nada y que no tenía hijos no pudo manejar. También lo quiero hacer para callarle la boca al imbécil de dos metros que sembró ese rumor (verdadero)sobre mi condición de no conductor.
Hoy en mi primera lección no puse atención a las señales del maestro sobre girar o poner las direccionales porque ya saboreaba ese poder de convertirme en "hombre" detrás delvolante. De veras que el timón te da un poderío que no tienes si vas a pie o te manejas en taxis como yo lo he hecho hasta ahora. No seré más grande pero al menos estaré listo si tengo que salvar una vida y sorprenderé a todos en la oficina.
22/sep/07