SMASHING PUMKINS: Zeitgeist - Cuarteto de dos
Billy Corgan despliega su megalomanía rockera en Zeitgeist
Smashing Pumpkins regresó. Permítanme decirlo de nuevo como es: Billy Corgan, líder de la legendaria banda de Chicago – famosa por sus armónicas distorsiones, batería impecable y voz inconfundible – llamó a su amigo de muchos años, el baterista original del grupo, Jimmy Chamberlin y juntos crearon el primer disco de la banda después de siete años de inactividad.
Zeitgeist es un disco ruidoso y melódico. Difiere de sus antecesores góticos Machina: The Machines of God y Machina II, y se aparta de la epifanía doble del “Mellon Collie and the Infinite Sadness”.
Algunas piezas del album parecen haber salido de las sesiones de grabación desechadas del Ava Adore (“Pomp and circumstances” y “Tarantula”), sin embargo, la mayoría de los temas responden definitivamente al gusto megalómano de Corgan por los ritmos mas rockeros y completamente alejados de la era del grunge – algo que probablemente mantiene el sonido de los Pumpkins digerible para quienes no vivieron con pasión la ola depresiva de los noventa.
La temática del disco desborda en referencias a la situación política de los Estados Unidos de hoy: en guerra contra todo sentido común y al borde de la histeria por la locura mediática de las cadenas noticiosas. En la portada escarlata resalta un dibujo de la estatua de la Libertad (símbolo de la hegemonía estaodunidense) hundida hasta las rodillas en el océano (denotando la decadencia de una nación). Así se destaca el tema “United States”, una epopeya de nueve minutos con una bateria galopante y una tormenta de guitarras en donde Corgan pide a gritos una revolución, declara que no sabe en qué creer y al mismo tiempo se pregunta “qué me harán a mí?” –en clara referencia a una imaginaria represalia gubernamental por su abierto desafío a la autoridad.
El disco fue grabado por un cuarteto de dos. En los créditos del disco se lee: Chamberlin en la batería, Corgan en todo lo demás. Eso lo explica todo. Corgan se tomó el poder creativo de todas las canciones. Sencillamente hizo lo que le dio la gana. Uso material que le quedaba en el guardarropa de los Pumkins originales, tomó prestadas melodías de su extraño Zwan y le agregó muchas guitarras para crear una obra desafiante y potente. Aunque este album no contiene una “1979” o un “Disarm”, sigue teniendo el sello de garantía de la voz de Corgan (es la misma desde el primer disco, nunca envejece), el sonido y arreglo de sus guitarras espaciales con distorsiones controladas y explosiones contenidas, además de la fabulosa batería de Chamberlin; amante de los largos redobles y de darle duro a los tambores.
Zeitgeist es un buen disco, aunque no sea tan grande como aquellos que consagraron al grupo y se extrañe a ratos la presencia que daban el balance perfecto con la guitarra James Iha y el bajo de D’Arcy. Dato curioso: En una fotografía en el interior del disco aparece Paris Hilton y en otra se observa un bajo dentro de un ataúd, acaso un epitafio para D’arcy (la ex bajista) diciéndole “no te necesito. El grupo te enterró”. Pero es también muy curioso que en el primer vídeo promocional aparezcan Chamberlin y Corgan acompañados por un grupo de bajistas (todas mujeres) y guitarristas.