Pasó de nuevo.
Es la tercera vez.
Al menos es la tercera vez desde que empecé a contarlas.
No puedo aseverar qué es – de hecho no puedo verla – lo cierto es que es la tercera vez que siento la presencia de algo o alguien en mi cuarto.
Y no parece amigable.
La primera vez que pasó fue de madrugada hace un año quizás.
Ahora que reparo en ello, siempre es de madrugada.
Sentí que alguien se sentaba a los pies de mi cama.
La cama se hundió con su peso.
Eso me despertó.
Miré y no había nada.
Todo estaba oscuro.
Me tapé la cabeza con las sábanas y no me moví.
Cerré los ojos y traté de ignorarla (me gusta pensar es mujer).
Empecé a escuchar su respiración cada vez más fuerte.
Ahora no podía moverme.
Estaba asustado.
No podía gritar ni mover la boca.
Ahí reflexioné una salida: “Esto es un sueño”.
Sentí como ella se levantó de su sitio.
Se movió hacia la cabecera de la cama y desapareció.
Entonces pude moverme.
Encendí las luces y las dejé encendidas.
No pasó del anecdotario.
Seguí mi vida normal y no apareció por un tiempo.
Pero regresó.
No recuerdo cuánto tiempo pasó entre el primer incidente y la segunda visita.
Me despertó una algarabía en el pasillo.
Eran las voces de varios niños.
Jugaban distraídamente sin reparar la hora de la madrugada.
Percibí una luz encendida en el pasillo.
Entonces sentí que un gato se subía a mi cama.
Esta vez se me tiró encima.
Me hundí en una escalofriante reflexión: Si la puerta de mi cuarto está trancada ¿cómo entró este gato? ¿Y quiénes son esos niños?
El ruido de los niños desapareció.
Lo que tenía encima no era un gato: Era ella, de nuevo.
Quedé inmovilizado.
Escuché su respiración sobre mi pecho.
Se escuchaba como la respiración de un gato, pero sus proporciones eran las de una persona, aunque no podía verla.
Cerré los ojos.
No podía moverme.
No me parecía un sueño.
Ya no escuchaba a los niños.
Me concentré en la presencia que tenía sobre mí y que aprisionaba mi pecho.
Evalué todos los elementos y me dije que tenía que ser un sueño.
Al momento de decirlo en mi mente; todo empeoró.
El colchón se hundió a ambos lados de mi cabeza, como si alguien posase ambas manos para tener una mejor impresión de mi rostro.
Dije en mi cabeza con mayor insistencia: “ES UN SUEÑO!”
Creo que eso la molestó.
Con rabia emitió un fuerte sonido frente a mi cara.
“FRRRRRR!” era el sonido de la rabia por pretender ignorarla.
Sonó bastante claro.
Era parecido al sonido que emiten los gatos cuando están irritados.
Nuevamente terminé durmiendo con las luces encendidas.
Había olvidado el incidente o al menos no pesaba en eso este sábado en la noche.
Me quedé solo en la casa.
Todos estaban en alguna otra parte entrada la madrugada.
Abrí los ojos y miré la hora: eran cerca de las 2:30 a.m.
El cuarto estaba en total calma.
Afuera todo se veía claro.
Estaba despierto.
Y ahí sentí su presencia de nuevo.
Esta vez se sentó en la cabecera de mi cama.
Estaba en el pequeño espacio que quedaba entre mi almohada y el final de la cama contra la pared.
La cama se hundió.
Y empezó a respirarme encima nuevamente.
Esta vez no me asusté tanto como antes.
Ya la conocía. Más bien, ya la conozco.
Nuevamente la inmovilidad y mi incapacidad por articular sonidos.
Aventuré una palabra. Quería preguntarle ¿quién eres? ¿Qué quieres?
Sentí con lentitud cómo mi labio inferior apenas se podía mover para decir nada.
Fue infructuoso.
Ella seguía ahí.
Hasta que finalmente, mas bien, molesto por lo que me estaba pasando me dije mentalmente: “ESTO TIENE QUE SER UN SUEÑO Y TIENE QUE PARAR YA!”
Ella reaccionó de la manera más violenta que haya hecho jamás y por ello escribo estas líneas: La sábana que tenía se corrió sobre mi cabeza, como si alguien en alguna absurda broma la tomara con sus manos y me cubriera con rabia la cabeza.
Luego presionó la sábana sobre mi frente con más fuerza hacia abajo en un intento por asfixiarme quizás.
Ahí pude moverme.
Me reincorporé y todo volvió regresó a la misma calma de antes.
No sé qué fue, ni que es esta presencia.
No creo en fantasmas, espíritus, apariciones ni en nada.
Tengo claro que no le gusta que piense que es un sueño.
Eso es todo.
Quiero pensar que es una presencia femenina.
Seguramente aparecerá de nuevo.